Arqueología. Descubren junto a la torre Sant Josep de La Vila el esqueleto de un nonato del siglo II d. C. casi en perfecto estado. Junto a él, una pequeña barra de hierro recuerda la costumbre romana de poner clavos junto a los cadáveres de estos seres y de los de ajusticiados para impedir que sus almas escaparan al mundo de los vivos.
RAQUEL LÓPEZ ALICANTE En época romana a los nonatos o muertos al nacer les solían enterrar junto a un clavo de bronce u otro metal a fin de impedir que salieran de la fosa. "Clavándolos" simbólicamente bajo tierra pensaban que estas almas, frustradas por no haber gozado del mundo de los vivos, no escaparían de la tumba. Su morada eterna solía estar fuera de la necrópolis, debido a que no se les consideraba personas en el mundo romano, según explicó ayer el arqueólogo de La Vila Antonio Espinosa, cuyo equipo ha encontrado uno de esos nonatos enterrado junto a la torre romana de Sant Josep.
El feto, cuyas costillas apenas tienen 2 milímetros de grosor, estaba junto a un objeto alargado de hierro de unos 3 centímetros aún sin identificar. El cadáver podría tener una antiguedad de hasta 2.000 años y es el mejor conservado hallado en la Vila Joiosa en 25 años de excavaciones y prospecciones arqueológicas. "En tierra o arena los huesos se calcifican más, pero en este caso el feto estaba enterrado en gravilla, que conserva mejor los restos al tener una baja acción química", explicó el arqueólogo, quien añadió que aparte de la barra metálica no se ha encontrado ajuar alguno en la tumba, pues al no haber llegado a vivir, carecía de objetos personales.
El feto estaba situado bajo los pavimento de la casa del siglo XVIII que se adosó a la torre funeraria (retirada con su rehabilitación), y aunque todo apunta que podría ser de época romana, no se terminará de confirmar hasta que no terminen las excavaciones en el lugar. "Hemos detectado indicios de otra posible tumba, que de confirmarse nos hablaría de una zona de necrópolis imperial", informó el técnico del museo.
Restauración de la torre
El concejal de Patrimonio del municipio, Pepe Lloret, recordó que las excavaciones forman parte de los trabajos previos a la restauración de la Torre de Sant Josep, del siglo II d. C., ubicada en la partida de Torres, declarada Bien de Interés Cultural. Su restauración, con financiación autonómica, se realizará en breve, si bien tal y como está ahora ya forma parte de las rutas guiadas que se ofertan a las excavaciones arqueológicas de la localidad.
Solo bebés o recién nacidos hasta ahora
El feto es el primero encontrado de época romana en la comarca de la Marina Baixa. Hasta ahora solo se habían hallado bebés o recién nacidos que si habían llegado a vivir. Entre estos últimos, destaca el encontrado dentro de un ánfora en la necrópolis de la Creuteta. Fue datado en el siglo I a. C. y su excavación se llevó hasta las dependencias del museo a fin de que los ciudadanos pudieran ver casi en directo cómo se trataban estos restos para su estudio. También hace tres años aparecía otra sepultura de un bebé dentro de un ánfora romana en el yacimiento del Albir, en l'Alfàs del Pi, donde también continúan las excavaciones cada verano
http://www.levante-emv.com/comarcas/2013/01/27/feto-2000-anos-vila-joiosa/969825.html
El feto, cuyas costillas apenas tienen 2 milímetros de grosor, estaba junto a un objeto alargado de hierro de unos 3 centímetros aún sin identificar. El cadáver podría tener una antiguedad de hasta 2.000 años y es el mejor conservado hallado en la Vila Joiosa en 25 años de excavaciones y prospecciones arqueológicas. "En tierra o arena los huesos se calcifican más, pero en este caso el feto estaba enterrado en gravilla, que conserva mejor los restos al tener una baja acción química", explicó el arqueólogo, quien añadió que aparte de la barra metálica no se ha encontrado ajuar alguno en la tumba, pues al no haber llegado a vivir, carecía de objetos personales.
El feto estaba situado bajo los pavimento de la casa del siglo XVIII que se adosó a la torre funeraria (retirada con su rehabilitación), y aunque todo apunta que podría ser de época romana, no se terminará de confirmar hasta que no terminen las excavaciones en el lugar. "Hemos detectado indicios de otra posible tumba, que de confirmarse nos hablaría de una zona de necrópolis imperial", informó el técnico del museo.
Restauración de la torre
El concejal de Patrimonio del municipio, Pepe Lloret, recordó que las excavaciones forman parte de los trabajos previos a la restauración de la Torre de Sant Josep, del siglo II d. C., ubicada en la partida de Torres, declarada Bien de Interés Cultural. Su restauración, con financiación autonómica, se realizará en breve, si bien tal y como está ahora ya forma parte de las rutas guiadas que se ofertan a las excavaciones arqueológicas de la localidad.
Solo bebés o recién nacidos hasta ahora
El feto es el primero encontrado de época romana en la comarca de la Marina Baixa. Hasta ahora solo se habían hallado bebés o recién nacidos que si habían llegado a vivir. Entre estos últimos, destaca el encontrado dentro de un ánfora en la necrópolis de la Creuteta. Fue datado en el siglo I a. C. y su excavación se llevó hasta las dependencias del museo a fin de que los ciudadanos pudieran ver casi en directo cómo se trataban estos restos para su estudio. También hace tres años aparecía otra sepultura de un bebé dentro de un ánfora romana en el yacimiento del Albir, en l'Alfàs del Pi, donde también continúan las excavaciones cada verano
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