- Hasta 68 tumbas con restos óseos y ajuares en perfecto estado
- El movimiento de tierras para un edificio ha permitido el hallazgo
- Amuletos, agujas de vidrio y ungüentarios, entre las piezas
Las obras de lo que será el nuevo pabellón deportivo Fernando Portillo de Cádiz han sacado a la luz la existencia de una necrópolis que data desde la presencia fenicia en el siglo V antes de Cristo hasta la época romana bajoimperial, ya en el siglo V de nuestra era.
En total son 68 enterramientos, al menos más de una decena de ellos infantiles, en los que han hallado, además de los tradicionales ajuares, los restos óseos de estos antiguos habitantes de Cádiz.
El descubrimiento tiene lugar más allá de las murallas del casco antiguo de la ciudad, en la zona de extramuros, donde se levantaban las antiguas instalaciones deportivas que han sido derribadas para erigir un nuevo edificio.
Los arqueólogos que trabajan en la zona han documentado los hallazgos en los siglos de ocupación feno-púnica en el que destaca una gran tumba de sillares, que fue expoliada siglos después por los propios romanos.
Además, existe una amplia tipología de tumbas y ajuares, de la época romana altoimperial, que aportan información sobre el cambio de era con restos datados en el siglo I después de Cristo. A lo que se suma la presencia de restos ya correspondientes a la época romana bajoimperial, lo que pone de manifiesto la riqueza de los hallazgos por lo que de recorrido histórico de la época fenicia a la romana tienen.
El teniente de alcaldesa del Ayuntamiento de Cádiz José Blas Fernández ha supervisado los trabajos y ha aclarado al respecto que "es la necrópolis romana altoimperial la que está ofreciendo los mayores resultados". De momento, se han excavado un total de 68 enterramientos, 10 de ellos infantiles, de los cuales 52 son inhumaciones y 16 son incineraciones y cremaciones.
El equipo arqueológico de la empresa Loggia, que es la que está llevando a cabo las excavaciones, ha informado que las inhumaciones se localizan en fosa simple, 'tegulae' (tejas), en cista y bajo ánfora. Las inhumaciones y cremaciones se documentan en fosa, urna y asociadas a estructuras de sillares de pequeño tamaño.
De los ajuares localizados destacan elementos de tocador como agujas de vidrio y ungüentarios de cerámica y vidrio, algunos con restos de la pintura original, askoi de tradición púnica, lucernas de disco y volutas con decoración variada, (de temática teatral, de gladiadores...), además de amuletos y colgantes de cerámica y pasta vítrea.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/21/andalucia/1335000304.html
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