miércoles, 11 de abril de 2012
El lugar viejo de Arribes
El origen de Yecla de Yeltes se remonta al 500 antes de Cristo
Es uno de los mejores vestigios vetones de toda la península
José Manuel Blanco | Salamanca
Silencio. Es lo primero que se aprecia al llegar al castro de Yecla la Vieja, un recinto de forma triangular de más de 4,5 hectáreas rodeadas por 1,2 kilómetros de muralla, donde la historia vetona se empeña en sobrevivir. Dicen los historiadores que este lugar tiene sus orígenes hacia el año 500 antes de Cristo, poco antes de la Segunda Edad del Hierro, pero sus murallas, en algunos sitios con siete metros de grosor y seis de altura, se han conservado inalterables al paso de los años, hasta el punto que son consideradas como uno de los mejores vestigios vetones de España.
El castro vigila desde la altura la confluencia del arroyo Varlaña y el río Huebra, que este año apenas llevan agua. Mirando al río, la agreste pendiente, en la que crecen por igual encinas, escobas y una maleza que lucha por sobrevivir entre las rocas, ofrece un paisaje espectacular, y antaño, una defensa difícil de franquear. Por si fuera poco, una muralla de sillarejo de granito sin argamasa, colocado en seco, y muy bien ajustado, se adapta perfectamente a las ondulaciones del terreno, complicaba un poco más el acceso al castro a los enemigos. Además, en las zonas de mayor pendiente se encuentra inclinada para ampliar su estabilidad.
La puerta principal del castro presenta forma de embudo, que evidencia su carácter defensivo. Poco a poco se estrecha hasta convertirse en un pasillo o esviaje, que facilitaba el ataque desde ambos lados. Además, se pueden apreciar grandes piedras hincadas junto a ella, para dificultar el avance del enemigo, al ser la parte más llana del castro.
La muralla, que ha sido restaurada, mantiene un espectacular grado de conservación y su grosor invita a pasear por ella. También puede perderse entre los muros interiores del castro habilitados para el ganado. De esa manera se pueden llegar a encontrar restos de alguna excavación realizada en los últimos años.
Huellas de siglos
Antigua calzada romana.
El lugar viejo de Yecla fue habitado por vetones, celtíberos, romanos y visigodos, que fueron los que lo abandonaron en el siglo XII para fundar la actual Yecla de Yeltes, a poco más de un kilómetro de distancia del castro. Todos dejaron su huella en este recinto. Unos con grabados sencillos y esquemáticos de caballos en las rocas, algunos símbolos, un toro o escenas de caza, que son visibles dependiendo de la luz de cada día. Los romanos dejaron abundantes elementos de hierro, aunque en este caso, para disfrutarlos, lo mejor es visitar el Aula Arqueológica en el pueblo, donde también se podrán ver estelas funerarias, monedas, un osario y un verraco muy bien conservado.
Dentro del castro se encuentra la ermita de la Virgen del Castillo, construida en la época de los Reyes Católicos y que posee dimensiones de iglesia. En sus paredes aprecian restos arqueológicos que pertenecieron al castro. A su alrededor se han instalado distintas mesas de piedra que no desentonan con el entorno. A escasos metros se han recreado diversas chozas de la época.
Cauce seco
Una vez conocido el castro, el visitante puede continuar caminando por la carretera en dirección a Villavieja de Yeltes. Primero disfrutará de la vista de la muralla del castro desde la lejanía y apreciará sus portillos de entrada. Si sigue el camino, acabará llegando al cauce del Huebra, este año medio seco en plena primavera.
Desde la carretera tendrá una espléndida vista del puente de un solo arco construido por primera vez en 1774. O, mejor dicho, de las distintas reconstrucciones de aquel puente, que fue destruido por la primera riada que tuvo que soportar, antes incluso de que el arquitecto hubiera cobrado sus honorarios. Durante la Guerra de la Independencia volvió a ser destruido, y tuvo que ser reparado de urgencia, como se aprecia en sus sillares.
Antes de adentrarse en el puente, es obligado mirar a la izquierda para ver un tramo de la antigua calzada romana en perfecto estado. Caminar por ella es el final perfecto para una ruta llena de historia.
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Cómo llegar: El Castro se encuentra en el noroeste de la provincia de Salamanca, a 10 kilómetros de Vitigudino, y a apenas dos del actual casco urbano de Yecla de Yeltes, un pequeño pueblo con casas de piedra llenas de encanto. Al llegar al pueblo hay que seguir por la carretera hacia Villavieja de Yeltes. A unos dos kilómetros, se encuentra la Ermita de la Virgen del Castillo, y a su alrededor, el castro.
Escenificación vetona. Este sábado el castro volverá a revivir su pasado. Desde las 12 horas y hasta el anochecer, la Asociación Cultural La Muralla recreará la vida vetona, danzas guerreras, ataques de enemigos y defensa del recinto desde la muralla, funerales y crematorio de un jefe vetón, concierto de música celta, paseos en burro para niños, oficios con barro Además, se podrá degustar cerdo asado al estilo vetón, quesos, carnes y vino de la zona
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/07/castillayleon/1333795105.html
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