La Fundación Santa María la Real cataliza el desarrollo de proyectos emprendedores vinculados al patrimonio y el conocimiento
07.04.12 - 21:23 -
JESÚS BOMBIN | VALLADOLID
«Vivimos de esto, del románico, aunque muchos no lo saben». A Juan carlos Prieto, director general de la Fundación Santa María la Real, se le va el bolígrafo camino de un folio en blanco sobre el que traza círculos concéntricos. Y empieza a explicar por qué la comarca palentina de Aguilar de Campoo nutre su actividad económica de algo más que galletas (Siro y Gullón). Que más allá de la agricultura, la ganadería y las jubilaciones de la Seguridad Social, una aventura que comenzó en 1977 ha alumbrado un conglomerado de actividad, proyectos y empresas en torno al románico que en la actualidad emplea solo en la Fundación a 110 personas, sin tomar en cuenta la repercusión indirecta en negocios, población fijada y turismo de la zona.
En su discurso asoma la idea de que no viven de subvenciones, sino del negocio que generan sus ideas y su trabajo para empresas, particulares y contratos con administraciones como contraprestación de servicios. Son las piedras, que generan memoria y desarrollo. El concepto lo engarzó el dibujante y arquitecto José María Pérez 'Peridis', alma de la Fundación, uno de los voluntarios de la Asociación de Amigos del Monasterio que en 1977 se juntaron para desescombrar el convento de Santa María la Real. Su afán entonces, restaurarlo y convertirlo en centro vivo que acogiera actividad cultural.
El correr de los años y la actividad social y cultural generada a través de romerías, conciertos y conferencias en templos y ermitas del románico que abundan en la montaña palentina fraguaron en un sentimiento colectivo que llevó en 1985 a montar con financiación del Ministerio de Trabajo la primera escuela taller de España junto con la de San Benito en Valladolid. Más de 2.500 estudiantes aprendieron y recuperaron oficios que a la vez que servían para rehabilitar casas «ponían en valor a las personas», recuerda Prieto.
La creación de una 'Enciclopedia del románico' en la Península Ibérica es desde hace años uno de los retos más ambiciosos que la Fundación Santa María la Real está en vías de ver fraguado. A la de Castilla y León, concluida gracias al trabajo de historiadores, arquitectos y otros grupos de expertos, le siguieron Asturias, Cantabria, Navarra, Madrid, La Rioja, Cuenca, Guadalajara y Zaragoza, a las que se ha añadido la del País Vasco y se está completando la de Galicia, Huesca y Cataluña.
En www.romanicodigital han creado una gigantesca base de datos que cuando acabe de ser surtida será la mayor del mundo dedicada al arte románico con reseñas e imágenes de más de 9.000 monumentos.
Aunque detrás de esta actividad que genera conocimiento y restauración de templos hay arquitectos, historiadores, delineantes, aparejadores, ingenieros o albañiles entre otros perfiles, la Fundación Santa María la Real ha creado una red de empresas que diversifican su actividad y la hacen menos vulnerable a vaivenes de crisis. Su presupuesto supera los seis millones de euros y permite anclar en el medio rural a trabajadores especializados en disciplinas universitarias que, de otro modo, habrían marchado a la ciudad en busca de trabajo a la medida de sus estudios y especialidad.
La presencia de profesionales especializados en investigación demuestra que el arte románico que en la Edad Media quedó plasmado en iglesias y ermitas, es una industria boyante y llena de futuro. «Aquellas piedras han creado puestos de trabajo, actividad, páginas web, publicaciones, producciones audiovisuales y decenas de ideas han fraguado en empresas y proyectos que van mucho más allá de la restauración de templos», certifica Juan Carlos Prieto.
En la restaurada sede de la Fundación la luz penetra a chorro por amplios ventanales. En este entorno lleno de sosiego, licenciados en diversas especialidades sacan a la luz y rastrean historias de templos sumidas en la oscuridad de los tiempos. Sus datos dan pie a documentales, libros, cursos, conferencias, decenas de publicaciones, un canal televisivo... y un sinfín de actividades de repercusión nacional e internacional con epicentro en Aguilar de Campoo.
Clara Ausín (28 años), Julia de la Cruz (42) y Cristina García (31) se afanan ante la pantalla de un ordenador. Estas tres historiadoras palentinas confeccionan fichas y documentación que incorporan a la Enciclopedia del Románico y la web romanicodigital.com. «Mi labor consiste en completar fichas de las rutas del románico de uno o dos días para que la gente lo pueda visualizar», comenta Cristina García, orgullosa del patrimonio románico palentino y de su trabajo para que no pase desapercibido.
Fuera del edificio, en uno de los islotes palentinos inmersos en el mapa de Cantabria está Cezura, 13 habitantes. De enseñar la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XII, se ocupa José Luis Gutiérrez Jorrún, de 68 años, exguardia de seguridad que ahora hace miel y logra que la iglesia se abra no solo en funerales. Muestra a los turistas con orgullo el restaurado templo en el que se bautizó y que ha conocido como corral de ovejas. «Hay días que han venido hasta treinta personas. Y como tengo la llave, la enseño gustoso». En esta iglesia ha intervenido la Fundación rescatando la pintura mural y dotándola de nueva iluminación. El proceso de restauración se dará a conocer a través de un sistema de realidad aumentada que mostrará la evolución histórica del edificio, uno más de los proyectos del Centro de Conservación del Patrimonio con el que la Fundación opera poniendo en valor el románico.
En 2005 se emprendió el Plan de Intervención Románico Norte, que concluye este año y, con un presupuesto de más de nueve millones de euros, se ha desarrollado en la antigua merindad de Aguilar de Campoo con el apoyo económico de la Junta de Castilla y León, que desde hace años colabora en otros proyectos.
Otra aventura emprendedora de la Fundación Santa María la Real es la empresa de ornamentos, que anualmente fabrica miles de maquetas del románico y de monumentos de cualquier lugar y estilo con una plantilla que agrupa a trece profesionales. «Tenemos 656 modelos de templos del románico y hacemos encargos para particulares, empresas e instituciones», cuenta Rosa Martín, «de Aguilar de toda la vida». Es, en definitiva, otro efecto de lo que da de sí el patrimonio en manos emprendedoras.
http://www.elnortedecastilla.es/20120407/mas-actualidad/cultura/romanico-vida-aguilar-campoo-201204072123.html
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