viernes, 9 de noviembre de 2012

Nuevas evidencias en Cataluña de la ‘caza de cabezas’ de los iberos

Hallados en Ullastret dos cráneos enclavados como “trofeos de guerra
Jacinto Antón
Los iberos que habitaban territorios de lo que hoy es Cataluña manifestaban un especial interés por las cabezas de los enemigos. De hecho ese interés les llevaba a decapitarlos y exhibir las cabezas, algo que han hecho diferentes culturas, con mejor y peor prensa, a lo largo de la historia, de los escitas a los dayak. Los iberos añadían un elemento bastante específico a ese radical tratamiento de las cabezas: enclavaban los cráneos, atravesándolos de arriba abajo con un largo clavo de hierro, y los exhibían en las murallas de sus poblados fortificados. La impresionante práctica es bien conocida y ha sido identificada como un ritual de un culto ibero a los cráneos, que podría haberse centrado en los de los guerreros propios —los héroes de la comunidad— o los del enemigo. Desde inicios del siglo XX se han hallado calaveras enclavadas o con indicios de haberlo estado —como un agujero con herrumbre— en varios puntos de Cataluña: Ullastret (Baix Empordà), cuatro; Puig Castellar (Santa Coloma), dos, y Ca n’Oliver (Cerdanyola del Vallès), uno.
Dos cráneos iberos enclavados ritualmente.
Ahora, el nuevo descubrimiento en Ullastret, por primera vez después de 40 años, de otros sensacionales restos craneales pertenecientes a unos siete individuos, entre ellos dos espectaculares cráneos completos atravesados por sendos clavos de grandes dimensiones, viene a aportar nuevas evidencias de la costumbre. Los arqueólogos recalcan que los nuevos cráneos, fruto de “decapitaciones rituales bélicas”, se exhibían fijos en un lugar público “como trofeos de guerra”. Los restos han aparecido en un contexto que parece probar que estaban colgados en la muralla.
Parece lógico pensar que a lo mejor exhibes la cabeza de tu líder o ancestro como homenaje (?), pero que difícilmentre la atravesarás con un tremendo clavo que entra por la sutura coronal y sale casi por el agujero mandibular. Es algo que haces con un enemigo, ilustre quizá, pero enemigo.
El excepcional hallazgo de nuevos cráneos se enmarca en los últimos descubrimientos en Ullastret, que obligan, según los estudiosos, a replantear la extensión de la ciudad ibera y que serán presentados oficialmente mañana.
Ya en 1989, la arqueóloga Anna Pujol estudió los enclavamientos iberos y propuso que se trataba de un ritual relacionado con la influencia del vecino mundo celta. Nuevos hallazgos de restos en 1996 confirmaron que en Ullastret se rendía culto al cráneo. Es sabido que los celtas practicaban asiduamente la caza de cabezas —solían colocarlas luego atadas a las crines de sus caballos— y que hicieron incursiones en lo que hoy es Cataluña, cuando pudieron introducir la costumbre. Pujol señalaba que las fuentes clásicas, entre ellas Tito Livio y Diodoro Sículo, atestiguan el interés de los mercenarios iberos por las cabezas de los enemigos y las manos. Para la estudiosa, que alertaba contra el tópico del salvajismo de las sociedades que los romanos consideraban bárbaras, que nuestros lejanos antepasados se pirraran por las testas de sus rivales, enclavaran sus cráneos y los exhibieran no debe ir de ninguna manera en desdoro de los catalanes. “No debemos estar orgullosos de tener a los iberos en nuestro pasado... ni dejar de estarlo”, decía con notable seny.
Los nuevos hallazgos van a permitir profundizar en el estudio de la práctica ritual con las cabezas y posibilitarán clarificadores tratamientos científicos modernos, como el análisis de ADN —que permitiría saber quiénes eran los enemigos decapitados— y avanzadas restituciones morfológicas tipo CSI.


 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/06/catalunya/1352162802_133473.html

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