lunes, 16 de enero de 2012
La historia enterrada
En el Tossal de Manises encontramos un extraordinario ejemplo de ello al conservar vestigios de las tres grandes culturas que protagonizaron la historia de nuestra Península: La ibérica, la romana y la islámica
15.01.12 - 01:46 -
LOLA TORRENT | ALICANTE.
La tierra que hay bajo nuestros pies está llena de misterios. Desde el comienzo de las civilizaciones, unas se han ido levantando sobre las ruinas de las anteriores para, al final, acabar todas sepultadas con el devenir de los siglos. En el Tossal de Manises encontramos un extraordinario ejemplo de ello al conservar vestigios de las tres grandes culturas que protagonizaron la historia de nuestra Península: La ibérica, la romana y la islámica. Estamos hablando de una secuencia histórica que da comienzo en el Siglo V o IV antes de Cristo, aunque también hay evidencias de presencia cartaginesa. Del asentamiento más antiguo, perteneciente a la época de los íberos, no conocemos su nombre indígena. Sobre él se erigió la ciudad romana llamada Lucentum, origen del Alicante actual, y tras ser abandonada en el siglo III después de Cristo, sobre sus restos se extendió un cementerio islámico del siglo VIII de nuestra era.
A salvo ya de la espada de Damocles que supuso el desarrollo urbanístico, el yacimiento del Tossal de Manises es hoy un museo al aire libre donde pasear por sus calles supone escuchar los ecos de una vida extinta en un pasado muy lejano. Básicamente, lo que se visita son las ruinas de la ciudad de Lucentum, aunque en algunos lugares se conserva in situ, a modo de capas, los vestigios de los asentamientos íbero y musulmán.
Lucentum
Según explica el arqueólogo y director técnico del MARQ, Manuel Olcina, «Lucentum es una de las pocas ciudades romanas completas que quedan en la Comunidad Valenciana». Y aún así, lo que se ve, la Puerta Oriental, la muralla, las calles, las casas, las dos termas, el foro, el templo, sólo es una tercera parte del total. El resto sigue oculto bajo tierra. Algunas cosas aflorarán en sucesivas excavaciones arqueológicas. Otras nunca dejarán de ser un misterio, una sospecha, porque han desaparecido para siempre bajo los cimientos de los edificios que fueron construidos el siglo pasado en todo el entorno.
¿Qué queda por descubrir? «Muchas cosas interesantes», según asegura Olcina. Algunas de ellas son un enigma, como la posible existencia de un segundo templo en Lucentum. Una inscripción hallada en el yacimiento habla de él y de Marco Popilio Onyx, el esclavo liberto que lo financió, pero nada se sabe de su paradero. En principio se pensó que hacía referencia al templo edificado frente al foro, pero prácticamente se ha descartado debido a que éste es más antiguo que la construcción de la que habla la inscripción, y que lo sitúa entre el siglo I a. C y el año 50 d.C. «Es un misterio y un reto. Tenemos un mensaje en una botella, pero no el destinatario», afirma el director del MARQ.
Hay otros elementos no excavados que sí se sabe que existen y dónde. Por ejemplo, la llamada Puerta Marina, una segunda puerta de acceso a la ciudad situada frente al mar. También se tienen indicios de la existencia de un cementerio cerca de la entrada, como era costumbre en la época. En la ladera recayente al mar, los arqueólogos sitúan además un barrio portuario y varias factorías de salazones que ya no verán la luz por el cinturón de bloques de apartamentos que domina el lugar. Asimismo, el centro urbano de Lucentum estuvo rodeado por barrios de viviendas cuyos restos todavía podrían aflorar, en alguna zona no edificada, en futuras excavaciones arqueológicas.
En la Comunidad Valenciana se tiene constancia de nueve ciudades romanas: Lessera, Sagunto, Edeta, Valencia, Xàtiva, Denia, La Vila Joiosa, Lucentum e Ilice. De la ciudad romana que hay en La Vila se desconoce su nombre. No se ha hallado ningún vestigio sobre él. Por el contrario, hay una ciudad romana en la Comunidad Valenciana de la que hablan las crónicas llamada Alón que no ha podido ser ubicada. Quizás Alón sea el nombre de la ciudad romana sobre la que se edificó la actual Vila Joiosa. Pero aún no ha aparecido ningún elemento que las relacione más allá de la pura sospecha.
De todas ellas, sólo tres se encuentran alejadas de los actuales cascos urbanos, lo que ha permitido tener una superficie de excavación despejada de la que extraer el conjunto habitado tal y como fue: Lucentum, Ilice y Lessera, aunque esta última queda entera por excavar. El resto, yace bajo los cimientos de las urbes actuales.
Lucentum fue abandonada por razones que se desconocen. Una de las hipótesis apuntada por Manuel Olcina habla de motivos estratégicos, ya que el Puerto de Alicante reunía mejores condiciones que el de la Albufereta.
http://www.laverdad.es/alicante/v/20120115/cultura/historia-enterrada-20120115.html
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