Estudiantes de Arqueología encontraron por casualidad los restos de un templo romano de 2.000 años de antigüedad cuando realizaban prácticas de excavación en el oeste de Alemania, informan hoy medios locales.
Si bien el hallazgo tuvo lugar en marzo, el equipo de la Universidad de Bonn a cargo de la excavación confirmó la semana pasada que los restos encontrados pertenecen a un templo levantado en torno al año 100.
Para los arqueólogos, se trata de una rareza, ya que hasta ahora se sabía que los romanos tenían un asentamiento a orillas del río Rin, pero el nuevo templo se encuentra a algunos kilómetros del río y en una zona que se creía despoblada, consignó la agencia DPA.
Frank Rumscheid, profesor de Arqueología Clásica en la universidad de Bonn y director de la excavación, informó al diario Die Welt que "la planta característica nos indica que se trata de los fundamentos de uno de los templos conocidos como galo-romano".
Este tipo de templos, que generalmente estaba formado por una sala rodeada por un espacio circular de columnas, se extendió en las provincias galas, germanas y británicas del Imperio Romano.
El edificio estaba probablemente hecho de madera o arcilla y medía 6,75 metros de ancho por 7,5 de largo y no se sabe a qué dios estaba dedicado.
"Es curioso que el templo encontrado en el campus de Poppelsdorf se encuentra alejado de la orilla del Rin, en comparación con el asentamiento romano y el campo militar", explicó Rumscheid.
El profesor sostuvo que "los restos no alcanzan para una reconstrucción del templo con base científica", al señalar que luego de que se hayan rescatado y documentado los restos encontrados, la excavación volverá a rellenarse.
No obstante, los investigadores prevén nuevos proyectos en la zona para reconstruir el pasado romano en torno a la ciudad de Bonn, antigua capital alemana. (Télam)
http://www.lanueva.com/elmundo/nota/ae958aba43/1/121036.html
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