Los arqueólogos acaban de entregar su informe, en el que plantean la elaboración de un plan director para el recinto histórico
ANXO MARTÍNEZ - CATOIRAArqueo Consulting, la empresa que ha realizado la excavación arqueológica en Torres de Oeste (Catoira) remitió a finales de la pasada semana al ayuntamiento su informe con las conclusiones obtenidas tras su trabajo. Unas conclusiones que inciden en la importancia científica e histórica del yacimiento, y en las que se apunta a la necesidad de redactar un Plan Director para programar futuras actuaciones en el entorno.
Uno de los arqueólogos que participó en la prospección, el vilagarciano Francisco Herves, apunta que el logro más importante a nivel científico obtenido en los últimos meses fueron "una excavación muy minuciosa" y la elaboración de una planimetría correcta, pues la anterior contenía algunos errores, hasta el extremo de que "incluso actuamos en puntos que en teoría estaban excavados y que en realidad no lo estaban".
También han podido constatar la enorme riqueza histórica del subsuelo de Torres de Oeste, pues allí hubo asentamientos humanos desde hace más de 2.000 años. De hecho, sí se encontraron "niveles castrexos claros" en el recinto del castillo medieval, junto a la torre del homenaje, así como restos de estructuras romanas ligadas a aljibes o depósitos de agua en la llamada torre de Lugo.
Sin embargo, los restos más abundantes y modernos son los medievales, y esto implica que para ahondar en el conocimiento del pasado castrexo y romano de la zona sería necesario excavar antes en esa capa medieval. Se trata de un reto para el futuro, puesto que la actuación que sugiere Arqueo Consulting podría significar un par de años de trabajo €con lo que habría que introducir algunos cambios relevantes en la organización del Desembarco Vikingo de Catoira, que es una fiesta de Interés Turístico Internacional y el principal atractivo turístico del municipio€ y tendría que contar con el visto bueno tanto de las autoridades de Patrimonio como de medio ambiente, al afectar a una zona donde las aguas del río Ulla se funden con las de la ría de Arousa.
Una de las propuestas que hace el equipo de Francisco Herves en el informe entregado hace unos días al Ayuntamiento de Catoira está la de hacer una excavación global en el recinto interior del antiguo castillo, lo que significa una superficie de 1.500 metros cuadrados. "Hay que aprender de los errores del pasado. No se puede hacer un agujero aquí y otro a 20 metros". El arqueólogo manifiesta que Torres de Oeste "es un núcleo básico" para comprender el desarrollo histórico de la Galicia Atlántica en la Edad Media hasta el extremo de que "es un yacimiento de primer orden", a la altura de los principales de la comunidad.
Cuando los ríos eran autovías
Lo que hoy se conoce como Torres de Oeste ya era un lugar habitado en la Prehistoria. Los restos castrexos existen €ya los había constatado Juan Naveiro en su excavación de 1989, la última importante antes de la de Arqueo Consulting€, pero están ocultos bajo los restos medievales y romanos, por lo que habría que realizar una excavación más profunda en la zona para obtener más datos y poder hacerse una idea de lo que fue el asentamiento.
Se supone que ya entonces existían relaciones comerciales marítimas y fluviales €el casco de oro de Leiro, en Rianxo, podría ser una prueba de ello€ entre territorios alejados entre sí, pero se intensificaron en la época romana. Estos también estuvieron en el lugar, y construyeron torres €aunque no se puede determinar cuantas€ en una época en que el Ulla era perfectamente navegable. "Entonces los ríos eran lo que hoy las autovías", explica Francisco Herves. La siguiente etapa importante de Torres de Oeste es el siglo IX, cuando se construyen unas torres con carácter defensivo para prevenir y repeler las incursiones de normandos o árabes, pues el Ulla significaba para ellos una entrada ideal hacia los tesoros de Santiago de Compostela.
Finalmente, en el siglo XIII en Torres de Oeste hay un castillo; pero ya no se trata de una fortaleza únicamente defensiva, sino de un centro de organización administrativa y religiosa del territorio, que se poblaría intensamente a partir de entonces. Esta es la época mejor estudiada del yacimiento, al ser los estratos históricos más recientes.
El castillo estaba compuesto de seis torres y tres muros. La torre de Lugo era "albarrana", como se conoce a las edificaciones adelantadas al resto del castillo con fines defensivos, y estaba unida a la fortaleza con una muralla conocida como "coracha". En el castillo en sí, había una muralla uniendo las cinco torres, el "muro cortina". Ya fuera del recinto hay otra muralla más baja, conocida como "falsa braga", y aún después estaba la "coracha" para ponérselo más difícil a los agresores. También se cree que había un embarcadero cerca de donde ahora está el puente, y tres edificios paralelos al muro dentro del recinto del castillo.
A la actualidad han llegado todas las torres menos una, con restos a nivel de superficie, y otra, que está seccionada. Faltan, por lo tanto, muchas toneladas de piedra, utilizadas durante siglos en casas y cierres del entorno.
http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2012/08/14/expertos-piden-inversion-torres-oeste-importancia-yacimiento/674023.html
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